domingo, 30 de noviembre de 2014

El enigma del aparcamiento en Toledo

Entre tanta piedra señorial, multitud de rincones llenos de magia, la mejor manera de saborear Toledo es a pie. Lograr un sitio para aparcar es una tarea complicada  y más aún en el casco histórico. 

Desplazarse por las calles estrechas de Toledo en coche no es fácil, y no solamente por la dificultad existente  de moverse  sino también por que cada vez hay menos sitios para aparcar. 

Casco histórico Toledo. Fuente: elmundo.es
La mayor parte de los hoteles facilitan el acceso al aparcamiento pero, para aquel que se desplaza a la ciudad desde Madrid o los alrededores y solamente quiere pasar el día en Toledo, encontrar un sitio para aparcar se convierte en una tarea difícil.

Zonas que antes eran de pago y que a lo mejor podrían ser de gran utilidad para el turista han pasado a ser zonas residenciales, es decir, se está limitando cada vez más el acceso al aparcamiento.

Hay aparcamientos libres donde uno puede dejar su coche pero, por la cantidad de turistas que recibe Toledo cada año, y más aún en un periodo en el que la ciudad se convirtió en un verdadero punto de interés turístico por la conmemoración del IV Centenario del Greco, encontrar una plaza libre podría convertirse en un reto difícil de superar.

Por ello, una de las vías para solucionar este hándicap y poder disfrutar de las maravillas y el encanto de la Ciudad de las Tres Culturas sin preocuparse por su vehículo sería dejarlo en un parking público, o en una zona libre a las afueras del casco histórico.

Algunos de los turistas que llegan a Toledo reconocen sentirse unos afortunados por haber encontrado un sitio libre, claro está, a las afueras del casco histórico. Otros, en cambio, están indignados. Han optado por dejar el vehículo en un parking público y coger un taxi para poder desplazarse por las calles de la ciudad, un coste doble en este caso y un hecho que no todos pueden permitirselo. 



La gran mayoría considera que se trata de un problema organizativo, que se está intentado cerrar el acceso a la ciudad y al casco histórico cada vez más. Por ello, nos preguntamos, ¿se llegará a encontrar una solución para resover este gran problema en Toledo



Hemos salido a la calle y , efectivamente, el enigma del aparcamiento en Toledo sigue presente. Hemos intentado contrastar las declaraciones de algunos de los que visitaron la ciudad y  muchos  consideran  que esto seguirá así por mucho más tiempo. 

Pero, ha habido también excepciones, como es el testimonio de este turista estadounidense, que ha tenido más suerte que el resto y ha encontrado una plaza para aparcar y sin tener que pagar por ello. Sin duda alguna ha sido uno de los pocos afortunados. 

sábado, 22 de noviembre de 2014

El acero Damasco...una breve reseña


Hablar de Toledo, es hablar de su acero. La historia relata que al río Tajo se le han atribuido propiedades casi milagrosas, desde la magnificencia de sus aguas para templar hasta las arenas del mismo, donde se cree que se encuentra la clave de la calidad del acero.

El hombre empezó a  crear moldes con los que podía obtener después reproducciones de los objetos que creaba. Nació así la técnica de la fundición (proceso de fabricación de las piezas, consistente en fundir un material e introducirlo en un molde)  que se desarrolló posteriormente a gran velocidad hasta llegar a los cuchillos y a las espadas. Fue la espada de bronce la que inició este proceso hasta llegar más tarde a la aparición de nuevas composiciones de metales, ideales para conseguir más dureza y elasticidad. Con todo ello se llegó a la composición del acero Damasco.

La descripción más antigua de las espadas de acero Damasco data del año 540 d.c, aunque no hay pruebas exactas en este sentido, llegando a afirmarse que su aparición podría haberse dado mucho antes. Se trata de un tipo de acero fabricado en la India  que se instaló más tarde en Damasco (capital de Siria) en la época de Domiciano hasta llegar a extenderse posteriormente  por varios lugares del mundo. 


Cuchillos en acero Damasco (Fuente: AlasorillasdelTajo)
Pero, ¿cómo llegó a Toledo?  En un momento en el que se intentaba encontrar una evolución en las espadas, una mejora en la calidad de las mismas, los espaderos toledanos empezaron a investigar la composición del acero damasquino, que es como también se le llama al acero Damasco. Las superficies veteadas, y su facultad de ser fuerte y sin quebrarse se convirtió en la seña de identidad del acero damasquino, aunque bien es cierto que siempre hubo una relación estrecha entre los espaderos toledanos y los de Damasco.


    
Hoy en día, el legendario acero Damasco sobrepasa el porcentaje del acero al carbono extraduro logrando a situarse en el intervalo del 1,4% al 2,1 % de carbono en masa. Pero si por algo se caracteriza el acero damasquino es por la forja en caliente, a bajas temperaturas, que tritura los carburos de hierro primarios, consiguiendo de este modo una gran resistencia al desgaste y una excelente tenacidad. 

Por otro lado, si el acero se trata térmicamente, es decir, a una temperatura alta seguida de un enfriamiento lento, se puede conseguir una superficie muy estética. El control llevado a cabo del calentamiento y el enfriamiento permite hacer visible las bandas de trazado sinuoso y de gran belleza.

Actualmente el acero Damasco se distingue de sus competidores por su gran resistencia al desgaste, su tenacidad, su belleza y la magia  de su superficie y se emplea mayoritariamente a la fabricación de cuchillos de alta gama, cuchillos de caza y navajas. Toledo acoge en este sentido una gran variedad de piezas en acero Damasco, que junto al arte del damasquinado toledano  lo convierte en una verdadera ciudad artesanal.

lunes, 17 de noviembre de 2014

La artesanía toledana: el último eslabón de la cadena de gastos del turista

El sector del comercio de la  artesanía toledana no consigue levantar cabeza. La crisis económica ha repercutido muy negativamente sobre el turismo en general y el comercio en particular, de modo que, la venta de productos artesanales ha bajado considerablemente. Los establecimientos de artesanía viven solamente del turismo, mayoritariamente extranjero puesto que el español cada vez compra menos. 

A pesar de los intentos de las administraciones locales de incentivar el turismo, las pequeñas empresas que se dedican a la artesanía toledana intentan sobrevivir a la crisis. Otras tanto no lograron hacerlo y se vieron obligadas a cerrar.

Tienda de artesanía.Fuente:AlasorillasdelTajo
El turista que llega a la ciudad tiene que pagar el alojamiento, la comida y lo último en lo que prefiere gastar es en un artículo de regalo. A esto se une otros de los males que afecta directamente a la venta de productos artesanales, el turismo dirigido. Los acuerdos entre las agencias de viajes y algunas empresas obligan al resto de establecimientos a quedarse fuera del recorrido. Los grupos que llegan a la ciudad no pueden moverse libremente.

El Ayuntamiento de Toledo busca dinamizar el comercio mediante la puesta en marcha de convenios que establecen sorteos de 3000 euros entre los clientes de los comercios adheridos al programa y que el ganador  podrá gastarse en esos mismos locales, pero se olvida de lo que en realidad afecta al sector. Desde las administraciones dirían que la apertura de nuevos establecimientos estaría en contradicción con estas afirmaciones. Lo que sí no se considera es que esto es una vía hacia la supervivencia de muchos de los que están sufriendo las consecuencias de la crisis. Se opta por abrir un negocio porque simplemente no  encuentran un puesto de trabajo.

Esto es, sin duda alguna, otra de las causas que incide en la bajada de las ventas de los productos artesanales. Por muy grande que sea el flujo de turistas que llega a la ciudad, la apertura de nuevas empresas que se dedican a la comercialización de estos productos reduce considerablemente la venta de los mismos.

Hay tantos comercios que uno prácticamente no sabe dónde comprar, nos repiten frecuentemente los turistas. 

El Greco 2014 no ha logrado tampoco solucionar gran parte de estos problemas por mucho que se llegue a afirmar que gracias a ello Toledo ha acogido un mayor número de turistas. Claro está que es cierto, que nadie contradice los datos y las informaciones difundidas en los medios de comunicación. Toledo se convirtió en el foco de atracción, pero los comercios no aumentaron sus ventas. Lo hicieron los restaurantes, los hoteles, o aquellos establecimientos que reciben los grupos de turistas gracias a los acuerdos con las agencias de viajes, pero no el resto.

Aquellas pequeñas empresas que se quedan al margen de ello, que viven del turista de la calle son las que más sufren las consecuencias de la crisis, y en la que la esfera general está dominada por el llamado  turismo dirigido y manipulado.

Aquí os dejo el testimonio del dueño de un establecimiento que se dedica a la venta de artículos damasquinados, espadas, etc.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Toledo y El Greco 2014: la histórica capital cultural está mal señalizada


Durante este año, Toledo se convirtió en el foco de atención de una multitudinaria masa de ciudadanos con motivo de la conmemoración del IV Centenario de la muerte del Greco. El mayor acontecimiento cultural celebrado en Toledo convirtió la histórica ciudad en la capital cultural de Europa de 2014 y en destino turístico de primer orden.


Entierro del Conde de Orgaz.Fuente:Google
Desde la capital regional se rinde aún homenaje al pintor cretense, aquel artista que plasmó el corazón y el alma de la ciudad en la que murió. Todas las administraciones se han implicado en la celebración logrando convertir los meses del año en unos meses muy especiales, mediante la organización de un amplio programa de actividades y eventos que envuelve durante todo el 2014 la conmemoración del Centenario. 

Pero, si hay algo en lo que se quiere hacer especial hincapié en este sentido, es que, en un momento en el que Toledo se convirtió en el foco de atracción, las carencias informativas y la falta de señalización adecuada dejaron huella en todos aquellos que han ido y van a la ciudad, en el mismísimo toledano y no solamente.

Y con esto nos referimos a los pocos carteles existentes en zonas como la Plaza del Conde, justo enfrente de la Iglesia de Santo Tomé, donde está ubicado el conocido cuadro del Greco, El entierro del Conde de Orgaz, o en la misma calle de Santo Tomé. La presencia de una señalización minúscula dificulta al turista dirigirse y encontrar fácilmente los monumentos y convierte al toledano en guía turística o, porque no, en un auténtico informador.

Por mucho que no se quiera decir, Toledo está mal señalizado. Lo reclaman los toledanos y los turistas. ¿Está sirviendo de mucho ofrecer unos paquetes de actividades apetecibles para incentivar el turismo activo si la tarea de encontrarlos no es fácil? Las labores de promoción deberían llevarse a cabo indicando adecuadamente y no solamente impartiendo los típicos planes turísticos.

El turista que llega a la ciudad pregunta continuamente dónde está la Sinagoga del Tránsito, la Casa Museo del Greco, etc. Se quejan constantemente de la falta de carteles que les indiquen adecuadamente hacía las zonas más conocidas. Acuden al toledano, a todo aquel que encuentre en su camino, a los pequeños comercios, para solucionar este problema.

Al mismo tiempo, otro de los problemas que no logra solucionarse totalmente es la falta de información en lo que a la ubicación de los cuadros del Greco se refiere. Desde las oficinas de Información y Turismo, claro está, que nos dirían todo lo contrario, pero la experiencia que tenemos conllevaría a una contradicción más que evidente. El que quiera conocer Toledo, y más aún en un momento histórico, debe tener a su alcance todos los medios. Nos preguntamos si hay algún folleto con información detallada de las obras del Greco además de los más que conocidos programas de actividades o programas oficiales, y con ello nos referimos a una lista completa de todas las obras que configuran el legado del más que conocido pintor, que puedan facilitar la comprensión y el posterior desplazamiento hacia los lugares más emblemáticos del turista.


Desde luego, y tras largas conversaciones con gente que habita en Toledo, tras la experiencia misma, la respuesta es NO. Estas son algunas de las declaraciones que muestran lo mencionado hasta ahora.



martes, 11 de noviembre de 2014

El damasquinado toledano...la seña de identidad de Toledo


Siempre se ha conocido a Toledo por su artesanía y sobre todo por el damasquinado toledano. Hacer una historia exhaustiva del mismo es labor que bien merece un espacio mayor del que se nos puede marcar. Testificar la antigüedad del damasquinado toledano requiere el hallazgo de pruebas históricas que autoricen a afirmarlo, pero el arte era algo que complementaba los conocimientos de aquellos magníficos artesanos de los metales, que lo mismo forjaban, cincelaban, repujaban, grababan o damasquinaban.

Plato damasquinado.Fuente:AlasorillasdelTajo
Se llegó a afirmar que ya se estaba damasquinando en el siglo XVII en Toledo. Este oficio se convirtió en la seña de identidad de la ciudad pero, con el paso del tiempo, el arte del damasquinado toledano se vio afectado por una serie de factores. La aparición del trabajo industrializado dejó en un segundo plano el trabajo manual. Y con ello, no nos referimos al poco valor que se puede llegar a otorgar a este oficio, sino a la caída de la venta del mismo. Claro está que el turista mira el precio, que la crisis ha conllevado a que este hecho sea más que evidente. A esto se suma la subida del precio del oro, uno de los materiales empleados por los artesanos en la elaboración de las piezas.

Cada vez hay menos artesanos, ¿será esto una razón para llegar a decir que se está perdiendo parcialmente el valor del arte toledano? Al turista que llega a la ciudad ¿quién se atreve a decirle que se requiere de mucha concentración, paciencia, esfuerzo y trabajo para la realización de una pieza  damasquinada en oro o en plata? cuando lo primero  que pregunta es ¿qué precio tiene?



Claro está que el sector de la artesanía toledana no está pasando por sus mejores momentos, que la crisis ha afectado este oficio pero no hay que olvidar que hablar de Toledo es hablar del arte toledano. Toledo no es solamente la tierra de los monumentos, lo es del arte y la artesanía, lo es de aquel que ajusta el alma a través de las manos para hacer algo único.