Imágenes
vídeo: el 80% de las fotos han sido tomadas en Toledo
por Ana María Zaharía,
excepto las del interior de los museos que provienen de fuentes de Internet
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Ana María Zaharía
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Montaje vídeo: Ana María Zaharía y Polina Yana Bondarenko
Step 1: Toledo, la Ciudad de las Tres Culturas
Hacemos un viaje por Toledo. Nos adentramos en lo más profundo de la Ciudad de las Tres Culturas. Descubrimos un laberinto de historia viva y compartida que une a judíos, cristianos y musulmanes. Cada monumento, cada callejón, cada arco que atraviese las murallas se refleja en cada una de sus piedras.
Step 2: La lucha hacia la supervivencia del damasquinado toledano
Hacer una historia exhaustiva de la artesanía toledana es labor que bien
merece un espacio mayor del que se nos puede marcar. Testificar la antigüedad
del damasquinado toledano requiere el hallazgo de pruebas históricas que
autoricen a afirmarlo, pero el arte era algo que complementaba los
conocimientos de aquellos magníficos artesanos de los metales, que lo mismo
forjaban, cincelaban, repujaban, grababan o damasquinaban.
Piezas damasquinadas. Fuente: AlasorillasdelTajo |
Se llegó a afirmar que ya se estaba damasquinando en el siglo XVII en Toledo.
Este oficio se convirtió en la seña de identidad de la ciudad pero, con
el paso del tiempo, el arte del damasquinado toledano se vio afectado
por una serie de factores.
Platos y cofres trabajados en oro de 24 quilates. Fuente: AlasorillasdelTajo |
Miguel Nombela es artesano. Empezó el oficio con 13 años y desde muy
pequeño no ha dejado de lado su pasión por la artesanía toledana. Muchos años
de trabajo en un taller pequeño, muchas horas de dedicación para llevar a cabo
su labor pero en ningún momento se rindió.
No lo ha hecho antes, ni lo hace ahora cuando se ve inmerso en una
situación complicada a raíz de la aparición del producto manufacturado y la
crisis que estamos viviendo.
En un par de meses Miguel se ve obligado a dejar el antiguo taller y buscarse la vida como consecuencia de las malas condiciones y el elevado precio del alquiler pero se mantiene firme y optimista, mira de cara al futuro y apuesta con decisión por preservar el arte de aquel que ajusta el alma a través de las manos para hacer algo único.
Step 3: El proceso de fabricación de las espadas toledanas
En un par de meses Miguel se ve obligado a dejar el antiguo taller y buscarse la vida como consecuencia de las malas condiciones y el elevado precio del alquiler pero se mantiene firme y optimista, mira de cara al futuro y apuesta con decisión por preservar el arte de aquel que ajusta el alma a través de las manos para hacer algo único.
En esta lucha por la convivencia se encuentran también los pequeños comerciantes, todo ello debido a la crisis por la que estamos pasando que ha repercutido negativamente sobre el turismo en general y el comercio en particular.
José Luis es el dueño de dos establecimientos en
Toledo. Lleva más de 40 años trabajando en el ámbito de la artesanía toledana. A su cargo tiene varios
empleados a los que quiere mantener a pesar de la situación difícil que está
afrontando actualmente. Al igual que Miguel, apuesta por preservar
el valor del arte toledano. Afirma que nunca el sector de la artesanía toledana ha pasado por una crisis tan fuerte y nos
explica cuáles considera que son las causas de la pérdida del valor del trabajo
artesanal.
Step 3: El proceso de fabricación de las espadas toledanas
Cuenta la leyenda que al río Tajo se le han atribuido propiedades casi milagrosas, desde la eficiencia de sus aguas para templar, hasta la arena del mismo donde se cree que se encuentra la clave del acero toledano.
El hombre empezó
a crear
moldes con los que podía obtener después reproducciones de los objetos que
creaba. Nació así la
técnica de la fundición (proceso
de fabricación de las piezas, consistente en fundir un material e introducirlo
en un molde) que
se desarrolló posteriormente a gran velocidad hasta llegar a los cuchillos y a
las espadas. Fue la espada de bronce la que inició este proceso hasta llegar
más tarde a la aparición de nuevas composiciones de metales, ideales para
conseguir más dureza y elasticidad.
Hace muchos siglos comenzaron a
fabricarse las espadas de Toledo con un acero muy duro y empuñadas por los
brazos más terribles del mundo. El origen de estas piezas viene desde la antigüedad. En el siglo V los
herreros forjaron las llamadas falcatas configuradas por una lamina de hierro en el interior y un diseño único
hecho para aumentar la brusquedad de la raya vertical. Muy conocidas eran en
aquella época de modo que fueron empleadas por Hannibal y las legiones romanas.
Espadas toledanas. Fuente: AlasorillasdelTajo |
Este arte de fabricación de las espadas
toledanas fue evolucionando con el paso del tiempo debido a la calidad del
acero. Cuando Toledo fue invadido por los musulmanes estos adoptaron la técnica
de los espaderos toledanos para la reproducción de sus propias espadas,
llamadas cimitarras.
Cazoletas españolas, falcatas. Fuente: AlasorillasdelTajo |
El misterio que ocultaba este
proceso fue un secreto muy bien guardado por los fabricantes hasta que los
reyes de todas partes del mundo comenzaron a fabricar sus espadas y
sables.
El hierro que se está forjando se
somete al fuego que lo hará blando. Se golpea fuertemente la barra roja para
lograr dar la forma adecuada a la hoja que se moldeará posteriormente. Los
golpes sincronizados y el martillo del forjador moldean cuidadosamente el
hierro y lo preparan para la siguiente operación de la forja.
Una vez forjada la hoja se somete
de nuevo al fuego y el forjador la introduce directamente en el agua. Con este
cambio brusco de la temperatura del metal la hoja adquiere su temple: en dos
palabras, dureza y flexibilidad.
Pero el proceso de fabricación de
las espadas es muchos más complejo de lo que parece.
Antonio Arellano es
artesano. Durante toda su vida se ha dedicado a la fabricación de las espadas.
En su taller del polígono industrial de Toledo se pueden encontrar diferentes
modelos, cada uno destacando por encima de otro. Hasta allí nos hemos
desplazado para que nos explique mejor, paso por paso, el proceso de
fabricación de las espadas. Esto es lo que nos cuenta:
Tres
son los ases que juega Toledo: su patrimonio inigualable, el arte del
damasquinado y la calidad del acero. En ello se envuelve la historia de la
Ciudad de las Tres Culturas, una ciudad que enamora
desde todas partes y en todos sus puntos.
Que maravillosa artesanía tenemos en Toledo.
ResponderEliminarEs lamentable, que se le de tan poca importancia por los responsables de la ciudad, a nuestro arte, que también forma parte del Patrimonio de la Humanidad. El damasquinado, arte único en el mundo, en este momento. Es sin duda alguna la artesanía más rica que existe en España, y está al borde de la extinción. Mi más grande respecto hacia los artesanos damasquinadores, que deambulan por los comercios, intentando vender sus productos artesanales. Cuando desaparezcan,,,, y no tardara mucho, ya que sus edades son avanzadas, que pasará con nuestra artesanía, que podremos decir, a los miles de turistas, que nos visitan a diario, cuando nos pregunten ... está hecho a mano ? cuantos artesanos hay en Toledo ? Se puede ver trabajar ?. Tenemos una artesanía rica en sus materiales que se utilizan, rica en la diversidad de dibujos que se puede realizar, rica en la variedad de artículos que se ofrecen. ...... No dejen que desaparezca, y pongan manos a la obra antes de que sea demasiado tarde.
Antonio Arellano, ilustre espadero. Gracias, por tu dedicación, y continuidad en la fabricación de espadas. Eres un luchador nato, . Por favor, no nos dejes y sigue con tu trabajo, aunque solo sea por afición .
ResponderEliminarQue lejos, queda poder decir, que Toledo es la ciudad de las espadas. En la actualidad, creo que solo quedan dos maestros espaderos, que continuan haciendo sus espadas a mano. Lo demás, son fabricas, que fabrican sus productos a base de fundiciones y moldes de zamac, donde sus hojas son cortadas a prensa,.
En la actualidad, la espada es un producto, que ha bajado mucho en ventas, sobre todo la espada artesanal, por el precio que conlleva.
Que nostalgia me produce, cuando camino por las calles de Toledo, y recuerdo el tintineo de los martillos sobre las hojas de acero, el ruido del fuego de las fraguas, el olor al aceite quemado. Eso ya no volverá.
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ResponderEliminarCon el apoyo de todos y la colaboración mutua espero que se siga conservando el valor de la artesanía toledana y todo lo que conlleva el Patrimonio de la ciudad.
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